Luego de varias horas en el Shinkansen, de un cambio a nuestro primer metro colapsado por la hora punta, y otro tren muy adorable llamado Enoden, llegamos de noche a nuestra Hostal en Kamakura (Zen Vague), pequeña ciudad en la costa, cercana a Tokio. Aquella noche no hicimos más que estar en el jardín de la hostal y organizar nuestro próximo día, hasta que los insectos empezaron a comernos.
Comenzamos nuestro día recorriendo los alrededores y conociendo la playa, donde había 2000% de humedad, cosa que se puede ver en la 1ra foto empañada. Dimos unas vueltas por las diminutas calles y hermosos pasajes de Kamakura hasta que encontramos un café para desayunar. Después de comer partimos bajo un fuerte sol a nuestro primer destino, el templo Hase-dera, un templo con miles de pequeñas y diversas estatuas (unas muuuuy adorables), muchas de ellas para llorar a hijos nonatos. Seguimos el recorrido subiendo por el bosque del sector hasta que llegamos a un mirador donde se ve gran parte de la ciudad y fuimos encontrando más estatuas por todas partes, muchas ya cubiertas en musgo, entremezclándose con la naturaleza misma.
Continuamos nuestro turisteo con otro de los grandes atractivos de Kamakura, el Buda gigante o Daubutsu, digno de un escenario de Street Fighter. Posterior a eso fuimos al centro a la calle Komachi, una de las principales y más turísticas, luego algunas compras de Souvenirs aprovechamos de almorzar (bienvenido seas Ramen nuevamente) y partimos a nuestra última actividad en nuestra corta visita: La playa!
Por comentarios que vi en videos y de una amiga pensé que habría menos gente bañándose y más tapada, pero no, había harta gente en trajes de baños y bikinis, mucha metida en el tibio mar, con mucho calor y humedad. También habían letreros para que la gente ocultara sus tatuajes (yo tengo 2 pequeños aunque visibles), pero vi a varios muy tatuados despreocupados del tema (en Japón es bastante común que pongan problemas por los tatuajes, parece que con su relación con los Yakuzas, pero adportas de Tokyo 2020 ya estaría bueno que los aceptaran como parte de la estética del S.XXI). En la playa también vimos la primera interacción más de joteos entre los jóvenes, donde grupos de chicos se acercaban a grupos de chicas de una forma que nunca vimos antes en la ciudad.
Después de la playa volvimos a la Hostal a buscar nuestras maletas y a aprovechar de ducharnos antes de ir a nuestro último y más largo destino: Tokio.
——
After many hours on the Shinkansen and a change to our first-collapsed train during peak hour, and another lovely train called Enoden, we arrived to our Hostel (Zen Vague) in Kamakura, a little city by the coast, near Tokyo. That night we didn’t do anything more than being in the hostels garden and organize our next day, until the insects start to bite us.
We began our day wandering around and going to the beach, there were 2000% of humidity, with you can see in the first tarnished photo. We walked through really small streets and beautiful passages from Kamakura until we found a place for breakfast. After eating we started under a strong sun to our first destination: the Hase-dera temple, a temple with thousands of small and diverse statues (some of them sooo cute), many of them to cry their unborn babys. Going up through the forest we arrived to the lookout where we could watch big part of the city, we also found more statues all around, many of them full of moss, starting to blend with nature itself.
We continue our tourism with another of the big attractions oof Kamakura, the giant Buda or Daubutsu, Street fighter stage worthy. After that we went downtown to the Komachi street, one of the main and most touristic, after some souvenir shopping we has lunch (welcome Ramen again) and stared to our last activity from our short visit: The beach!
For some videos I saw from Japan and a comment from a friend, I was expecting to see less people swimming and more covered, but no, there were many people in the warm sea with bikinis, a lot of heat and humidity. There were also signs for people to hide their tattoos (I’ve got 2 small but visibles), but I saw many tattooed people unconcerned about it (in Japan is pretty common to see problems about tattoos, it appears to have relation with Yakuza’s, but adportas from Tokyo 2020 they should accept them as part of the XXI century aesthetic). In the beach we also saw the first flirting interaction between young people, where a group of boys reach a group of girls in a way we never saw in the city.
After the beach we want back to the Hostel to look for our luggage and take a shower before leaving to our last and longer destination: Tokyo.